Un puñetazo en el pecho

¿Sabes cuánto tiempo he tardado en acostumbrarme a estar sin ti?
¿Sabes lo que me ha dolido?

Puedo hablarte de mi vida sin ti ahora,
de mi tiempo sin ti, ahora.
¿Quieres oírme?
¿Quieres que te diga dónde están mis manos,
dónde mi labio,
y dónde mi beso?

Contigo no. Ya no.
Yo me quedé pero tú te fuiste.

Puedo hablarte de mi vida ahora,
de lo que ha sido de mí sin ti,
(de mi sofá,
de mi cama,
de mi casa casi vacía).

Una pérdida no es más que un puñal
clavado en 
el pecho.
Un dolor en el pecho.
Un puñetazo en el pecho.
Un cardenal.


(Pic by Alec Soth)