Conduzco y planto palabras

Me como la carretera como el que se come las babas de su vecino.
Conduzco y planto palabras dentro de mí.
Me trago el alquitrán como el que se sienta en la mesa a comerse las tripas de su enemigo.

Alimento:
energía.

Me como la luz que abre el camino, todopoderosa.
Conduzco y me ilumino.
Puedo andar por encima del alquitrán y la piedra. Sólo me hace falta un volante y cuatro ruedas.
La carretera es mi salvadora y yo soy otra diosa. Recurro a ti cuando no hay esperanza.

Conducir es lo mismo que apretar un rosario y rezar trece Ave Marías.
No se si Dios existe y el cielo está hecho de alquitrán pero aún creo en los milagros.

Conduzco y vuelo.
Voy plantando palabras dentro de mí.